En estos tiempos, donde es de público y notorio que estamos sufriendo el feroz ataque de una enfermedad que ha conmocionado al mundo hasta sus mismas raíces, es poco menos que risible escuchar opiniones que rayan con la insensatez y hasta con la desidia. Como si la pandemia fuese una cuestión opinable; como si pudiera si quiera esbozarse un intento de negacionismo de esta enfermedad que nos está matando; como si existiese otra posibilidad para evitar contagiarnos y contagiar más que la que se está pregonando en todo el globo; como si fuese un capricho de quienes nos gobiernan instaurar una cuarentena con el único objetivo de mantenernos aislados, encerrados y alejados de nuestros seres queridos… Pero, y he ahí lo preocupante, van más allá de una mera opinión. Se convierten en exegetas del derecho, se visten de constitucionalistas y se disfrazan de republicanos para encubrir su ideología canallesca, organizando una nefasta marcha en post de la libertad individual, en clara y flagrante violación de una cuarentena establecida por un gobierno nacional y legitimado a través de la voluntad popular en el poder para tomar este tipo de decisiones, exacerbando la “libertad individual” como único bien a resguardar.
Soy un hombre del derecho. Amo, defiendo a ultranza y valoro la libertad que supimos conseguir. La libertad por la que dieron su vida nuestros patriotas, la libertad que desde 1853 se plasmó en nuestra carta magna. Pero también conozco otros derechos personalísimos tales como derecho a la integridad física… lo que lleva a preguntarme: ¿son el “DERECHO A LA SALUD” y el “DERECHO A LA VIDA” menos importantes que el “DERECHO A LA LIBERTAD”? la respuesta es clara y contundente…no.
En el año 1948 en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se estableció en su Art. 25 que: “1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; …” Por lo que no es difícil colegir que es en resguardo de estos derechos que se estableció desde el 20 de marzo y hasta estos días una cuarentena. Cuarentena que de forma reiterada, consuetudinaria y permanente es quebrantada pese a haber quedado harto demostrada su efectividad.
Se ha mejorado sensiblemente el sistema de salud, otrora bastardeado, se ha salvado una innumerable cantidad de vidas y se ha dado digno trato a los que sufrieron y sufren la enfermedad y aun así se cuestionan las decisiones de un gobierno que no está enamorado de una cuarentena, sino que ha entendido mas temprano que tarde que es éste y no otro el único método para cuidar a los argentinos.
Amo mi libertad, pero quiero además de vivir libremente, vivir sano y quiero a mi familia, amigos, seres queridos y compatriotas cuidados y con un total derecho a la salud.
Señores:
QUIERO QUE ME SIGAN CUIDANDO
Dr. Mauricio M.A. Maggi
Pte. Partido Justicialista Chivilcoy