El senador chivilcoyano presentó en la Honorable Cámara de Senadores de la provincia dos proyectos que buscan mejorar y garantizar la calidad de atención de los adultos mayores.
Con el objetivo de poder brindar a los adultos mayores, igualdad de condiciones garantizando la calidad de atención y su residencia en establecimientos geriátricos de la provincia de Buenos Aires, se propone crear un sistema de subvenciones personales para aquellos adultos de menores recursos.
Este buscar otorgarse a mayores de 65 años que carezcan de recursos económicos propios o del grupo familiar a efectos de solventar los gastos totales o parciales, que demande su estadía.
El estado Provincial liquidará los importes mensuales del subsidio y/o subvención para pagar las prestaciones a mes vencido, que serán entregados a la entidad prestadora de la asistencia, por cuenta y orden del asistido beneficiario.
Este último año y medio ha sido muy difícil donde nos encontramos con un sistema exigido al máximo, y cada vez con mayor dificultad de nuestros adultos mayores y sus familias, de sostener el pago regular de la asistencia, agravando la crisis de los geriátricos, y el bienestar de nuestros abuelos.
En esta línea también Blanco presentó otro proyecto para crear un sistema de subsidios pero en este caso para los establecimientos geriátricos de gestión pública sin fines de lucro que sean administrados por asociaciones civiles mientras se encuentre vigente el estado de emergencia sanitaria declarada por ley 15.171.
Estos subsidios provinciales serían destinados a cubrir la totalidad de impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales que gravan el consumo de servicios públicos de electricidad y gas.
La realidad incontrastable que del sector ha sido una de los que más ha sufrido la carga económica negativa de la pandemia del COVID-19, debiendo extremarse el cuidado y la atención del sector más riesgoso de la sociedad bonaerense.
La situación actual de los geriátricos amerita una pronta solución del desfasaje que se provoca por el constante aumento de las tarifas de servicios e insumos y alimentos que son parte indiscutidamente esencial para la correcta atención de los adultos mayores alojados y el estancamiento. Sumado a la caída abrupta de la cadena de cobro de las instituciones geriátricas que perciben sus tarifas mayoritariamente de obras sociales y asistenciales públicas y privadas.