Buenos Aires, octubre de 2022 – A partir de distintas variables claves de la economía, la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral, junto a la consultora económica Romano Group, pone en marcha el Índice de Riesgo Monetario (IRM), que anticipa posibles escenarios de inestabilidad monetaria.“Con todas las variables actualizadas a septiembre 2022, el índice alcanza el 62,4%, resultando ser el más elevado de los últimos 14 años”, explica el profesor Alfredo Romano, quien impulsó el desarrollo del IRM.“Los números que hoy presentamos son el reflejo de la extrema fragilidad monetaria causada por una excesiva emisión acumulada en los últimos 26 meses y la pérdida sistemática de reservas internacionales”, explica.De acuerdo con el IRM, sólo en el último mes, la expansión monetaria por el efecto del dólar soja alcanzó $1.145.000 millones, creciendo un 27% vs septiembre. Ante tal escenario, en el informe se expone que el BCRA debió esterilizar la emisión incrementando considerablemente los pasivos remunerados, alcanzando los $8.4 billones, que, a su vez, generaron intereses mensuales por $408 mil millones. “Las ventas del sector agroexportador acumularon la suma de récord de USD 8.100 millones, permitiendo que el BCRA comprara en el MULC USD 5.000 millones, aumentando las reservas netas. Sin embargo, no se pudo revertir la suba dramática del riesgo país 1804, debido a un complejo contexto global, generando mayores niveles de estrés al índice”, puntualiza el académico de la Universidad Austral.“Tomando de referencia la historia reciente, es probable que la economía doméstica sufra un shock para estabilizar el índice de riesgo monetario”, predice Romano. Al mismo tiempo, recuerda que el shock puede ser un evento positivo: “Como lo fue la reestructuración de deuda o acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que relajaron las condiciones monetarias a partir de un ingreso de liquidez”.Aun así, el panorama que hoy analiza el profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales es negativo. “En este escenario de subas de tasas en el mundo, resulta difícil pensar en lograr un nuevo shock de confianza y consideramos que la economía está ingresando en una dinámica negativa, de desconocido desenlace. La inflación proyectada por encima del 100% para 2022 sumado a un tipo de cambio atrasado en términos reales, 91.5 para ser precisos, y unos pasivos remunerados alcanzando nuevamente un pico de USD 58.276 millones, presionan a una corrección cambiaria. Por ende, resulta probable que la economía doméstica sufra un shock de desconfianza en los próximos meses, materializado en una posible devaluación de la moneda doméstica, sumado a posibles escenarios de estrés de la deuda doméstica”, especifica. |