Una investigación demostró la existencia de plasticidad cerebral en una función del lenguaje, la prosodia emocional: habilidad para entender las emociones en el tono de voz. La plasticidad hallada en pacientes con epilepsia preserva la función cognitiva, aun cuando la zona principal está afectada, utilizando circuitos cerebrales alternativos.
La investigación se llevó a cabo mediante una colaboración entre el Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (Univ. Austral/CONICET) y el ENyS-CONICET, y fue publicada recientemente en la revista Cortex.
Buenos Aires, diciembre de 2022 – A la hora de comunicarse, a las personas no les importa sólo lo que dicen, sino cómo lo dicen. El ser humano (y algunas especies animales) es capaz de comprender expresiones de emoción y afecto en señales vocales de otros, alcanzando un mayor grado de interacción. Esta habilidad es la prosodia, que permite entender la información oculta en el tono de voz en el lenguaje oral, en adición al significado de las palabras (contenido semántico) y se asienta específicamente en el lóbulo temporal derecho.
Con el objetivo de estudiar la relación entre el cerebro y el comportamiento, entre las funciones cognitivas y la estructura cerebral, un grupo de investigadores del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (Univ. Austral – CONICET) y del ENyS (CONICET) evaluó el procesamiento de la prosodia en el cerebro en pacientes con epilepsia temporal derecha (quienes tienen comprometidas áreas en donde radica dicha función), y los comparó con controles sanos y con pacientes con epilepsia temporal izquierda. Los resultados reflejaron signos de plasticidad en el cerebro, dado que todos los participantes -sin importar su condición médica- lograban realizar la tarea con éxito, aun así, en el grupo de pacientes con epilepsia temporal derecha.
“La epilepsia es una afección neurológica común a nivel global que brinda un modelo para estudiar la relación mente-cerebro, dado que afecta a zonas específicas de la corteza cerebral permitiendo registrar alteraciones de ciertas conductas y/o funciones cognitivas como consecuencia de la red neural afectada. Mientras que los participantes sanos y los pacientes con epilepsia izquierda presentaron activación del lóbulo temporal derecho (área típica de la prosodia) en el grupo con epilepsia derecha, se observó mayor actividad en el lado izquierdo”, explica la Dra. Lucía Alba-Ferrara, profesora adjunta y asesora de investigación de la carrera de Psicología de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
El experimento
Los investigadores del IIMT (U. Austral – CONICET) y del ENyS (CONICET) emplearon una de las técnicas que permite estudiar la base material de la mente (estructura y función del cerebro): la resonancia magnética funcional, que permite obtener una imagen de la actividad del cerebro en funcionamiento in vivo y en forma no invasiva. Se escaneó a los participantes con resonancia magnética funcional, mientras resolvían una tarea de prosodia. Durante la tarea, a los participantes se les presentaban audios con diferentes tonos de voz, y se les pedía que clasifiquen la emoción que expresaba el hablante (alegría, miedo, enojo o sin emoción).
El grupo encontró que todos los participantes, sin importar su condición médica, lograban realizar la tarea con éxito. “A la luz de estos resultados, no es difícil pensar que las activaciones en las neuroimágenes presentes en los pacientes con epilepsia derecha son signos de plasticidad en el cerebro. El sistema nervioso tiene la capacidad de cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida. Dichos cambios pueden ser causa y efecto de la interacción con el ambiente (como el aprendizaje), o ante una alteración (como la epilepsia)”, detalla el Lic. Bautista Elizalde Acevedo, becario del IIMT (Univ. Austral-CONICET) y doctorando bajo la dirección de la Dra. Alba-Ferrara.
Organización y Reorganización: Plasticidad cerebral
La plasticidad le permite al cerebro restructurarse y recuperarse. “Por lo tanto, es esperable que, ante una enfermedad cerebral como la epilepsia, el sistema nervioso se modifique funcionalmente para mantener el rendimiento normal”, coinciden ambos investigadores de la Universidad Austral, quienes al mismo tiempo resaltan que el registro de plasticidad funcional de funciones cognitivas, a través de resonancia magnética funcional, ha sido poco registrado en investigaciones.
Descripta hace más de cien años por Darwin, la función de la prosodia, es poco conocida, y está relacionada a las emociones, dado que se encuentra directamente implicada en el hablante y en su percepción del mundo.
Como Paul Le Doux sostiene, las emociones materializan nuestra percepción, brindan información subjetiva sobre el mundo que nos rodea, están presentes durante toda la vida y su presencia no se limita al estado consciente de sensaciones corporales o pensamientos. Son la manera en la que vemos al mundo, a nosotros mismos y a otras personas. Al enfocarse específicamente en el tema de la reorganización es posible pensar que no todas las funciones cognitivas parecen presentar las mismas características de plasticidad, por lo que es posible preguntarse, ¿a qué se debe este fenómeno de la reorganización de la prosodia? Particularmente, en esta función, tan utilizada por los hablantes en general, como también por los pacientes con epilepsia derecha, que es tan central y utilizada en la comunicación con otros.