Elaborado por la Universidad Austral y Romano Group, el Índice de Riesgo Monetario abrió el 2023 con una mejora, ubicándose en 58,23%, contra un 68,59% en diciembre de 2022.
Los analistas, no obstante, remarcan la fragilidad del mercado cambiario y financiero local, y esperan para este año electoral una mayor inestabilidad en las variables que componen el índice.
Buenos Aires, febrero de 2023 – La Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral, junto a la consultora económica Romano Group, dieron a conocer los resultados del primer Índice de Riesgo Monetario (IRM) de 2023. En el mes de enero hubo una mejora del 15,1% en comparación a diciembre del 2022.
“Consideramos que la mejora será transitoria”, señala Alfredo Romano, director de la licenciatura en Economía Empresarial de la Universidad Austral y presidente de Romano Group.
Una de los factores que explican la mejora del IRM fue una mejora considerable del Riesgo País que se situó, a finales del mes, en 1.806 pbs (caída del 17% en el mes), valores que no se encontraban desde mayo del 2022. Respecto al contexto externo, el año comenzó con un compresión de rendimientos de los treasuries bills de 10 años, iniciando el año en 3,88 % hasta el 3,51% de finales del mes, lo que implicó mayor flujo y mejoras financieras para los mercados emergentes.
Sin embargo, el índice toma en cuenta los últimos datos publicados de inflación y ventas minoristas de enero en US, que incrementó la volatilidad en los mercados financieros globales en febrero. “A su vez, el anuncio del ministro de Economía, de comenzar un proceso de recompra de deuda externa argentina, no generó ninguna señal de confianza en los mercados. Todo lo contrario, desde el anuncio, los rendimientos de la deuda soberana local se incrementaron considerablemente”, señala el informe.
Por otro lado, los pasivos remunerados por el Banco Central crecieron en el último mes un 5,06%, por debajo del IPC de enero en 6%. Marca una caída en términos reales, y una compresión respecto a los pasivos remunerados respecto a la base monetaria, culminando el mes en 200,33% (Caída del -5% en enero).
“A pesar de ello, esperamos un incremento relevante de los pasivos remunerados con la nueva versión del Dólar Soja III, que será anunciado en el mes de marzo. Desde el Ministerio de Economía se intentará demostrar buena predisposición ante el FMI, intentando cumplir con la meta trimestral de acumulación de reservas netas en 7.700 millones de dólares. El cumplimiento de la meta de reservas netas luce imposible”, considera Romano.
“El inminente anuncio de una nueva versión del dólar soja incentivará la liquidación de la cosecha gruesa vital para las alicaídas reservas del BCRA. La recomposición de las reservas netas, indudablemente impulsará los pasivos remunerados, generando una mayor fragilidad del mercado monetario y repercutiendo negativamente en el IRM”, añade el economista.
Además, el BCRA cerró enero con ventas netas en el MULC por USD 190 millones lo que se traduce en una mayor fragilidad en el IRM. Siendo el peor enero desde 2014.
El Intercambio Comercial registró en enero un déficit comercial de USD 484 millones, explicado por la caída en las exportaciones agrícolas como consecuencia del adelantamiento de exportaciones en diciembre de 2022 (Dólar Soja II) y la sequía que impacta en gran parte de la zona núcleo. Por el lado de las compras al exterior, a pesar de las demoras que surgen bajo el sistema SIRA, las importaciones continúan firmes.
Entre los desafíos más relevantes que tendrá el Gobierno en el corto plazo, Romano considera que serán los grandes vencimientos de la deuda en pesos del tesoro ($ 2,4 billones de pesos en abril) y la dinámica inflacionaria que aún no se termina de relajar (la tendencia es al alza en febrero y marzo). “A ello también se el calendario electoral, con las primeras elecciones en provincias, y las internas políticas dentro del oficialismo y la oposición que podría generar mayor inestabilidad; y el mercado cambiario que será el termómetro de los dólares financieros que marcará la tendencia de la inflación y el humor social en vista de las PASO”, concluye.