Al ser consultada sobre cómo observa el presente de la ciencia argentina, expresó: “Algunos científicos no se sienten bien por el modo en que son tratados, pero a nosotros nos mandaron a lavar los platos durante algún tiempo. Y debimos traer a la sociedad con nosotros y fue la sociedad la que nos acompañó en el trabajo”, dijo. Y abundó: “Creo que la ciencia argentina está muy bien vista, ha tenido desarrollos increíbles, pero los científicos deben acercarse más a la sociedad y explicarle lo que hacen”.
En relación al financiamiento, sostuvo: “La ciencia básica debe ser financiada por el Estado y quienes la hacen deben explicarle a la sociedad porqué el conocimiento que producen le sirve a la gente. La ciencia básica tiene que hacerse entender”, recalcó.
En la misma línea, opinó sobre la transferencia: “Es la etapa más difícil porque pasa desapercibida. Debe haber una mayor interacción con el sector productivo, fortalecer las alianzas público- privadas, entendiendo que cuando las instituciones sociales comprenden el valor de un producto se acoplan para poder ayudar a su transferencia”.
El reto de las universidades
Al hablar sobre el rol de las universidades, recalcó la importancia de acercarse más al sector productivo desde las instancias fundantes de los proyectos e insistió: “Hay que explicarle a la sociedad porqué es importante hacer ciencia. Más ciencia significa más democracia”.
“Estamos viendo con demasiado pesimismo un momento que ha ocurrido otras veces. No hay que bajar los brazos. Hay que estimularse por la necesidad de llevar adelante un proyecto”, sostuvo
“Yo fui privilegiada de poder trabajar de lo que amaba. Como médica tuve la posibilidad de ver cómo una enfermedad que mataba a la gente, luego como un tratamiento disminuía la letalidad y más tarde como una vacuna lograba prevenirla. Eso no ocurrió sin dificultades, pero fuimos muy perseverantes”.
“A los jóvenes quiero decirles que este país puede ser malo en muchos aspectos, pero también es lo suficientemente bueno como para garantizar una enseñanza laica y gratuita en todas las etapas de la vida y a quienes hemos accedido a esa formación eso nos obliga a devolverle a la sociedad la inversión que ha realizado en nosotros”, añadió.
El conversatorio contó con el aporte de preguntas del público, varias de ellas formuladas por estudiantes, y las reflexiones giraron en torno a tópicos diversos. Así hubo planteos sobre los movimientos antivacunas, la inteligencia artificial, el rol de la mujer en la actividad científica, y la importancia de “acercar a las infancias a la ciencia”.
Respecto de ello, afirmó: “Hay que acercar la ciencia a las infancias y hay que ser ejemplo. Antes de ser médica fui maestra, nací y me crié en una escuela y siempre recuerdo una consigna que había en mi secundaria: ‘Maestro para el niño, el ejemplo, siempre el ejemplo’. A las infancias las motivamos mostrando entusiasmo por lo que hacemos. Debemos traer a los niños a nuestro compromiso, pero para eso nosotros tenemos que estar convencidos de amar lo que hacemos”.
Una apelación
Sobre el final, en su condición de médica aprovechó la oportunidad para llamar a la población a vacunarse contra la Fiebre Hemorrágica Argentina e instó a persistir en la tarea de hallar alternativas al uso de plasma inmune de convaleciente para tratar esta enfermedad. “Me gustaría ver un proyecto en este país de monoclonales terapéuticos para FHA, porque estoy segura que el modelo de enfermedad brinda a los anticuerpos monoclonales una alta chance”, opinó.