Ante los anuncios de público conocimiento por parte del Presidente de la Nación de reducir a la mitad la cantidad de Ministerios de la Nación, desde el equipo interdisciplinario de APRE-CPA Chivilcoy queremos manifestar nuestro más enérgico repudio al desmantelamiento del Estado, en particular del Ministerio de Salud de la Nación a un rango menor de Secretaría.
Cabe recordar que el Ministerio de Salud de la Nación como tal en nuestro país se crea en el año 1949 y la degradación del mismo registra sólo dos antecedentes históricos bajo las presidencias de P. E. Aramburu y J. C. Onganía, tras los golpes militares de 1955 y 1966.
En este sentido, la decisión del ejecutivo reviste un carácter simbólico, ideológico y económico ya que tiene como objetivo la reducción de direcciones, recursos humanos, presupuesto, programas, etc. Es decir, que el acceso al sistema de salud queda relegado sólo para unos pocos.
Consideramos que no existe la posibilidad de coordinación y articulación del sistema de servicios de salud estatales -tanto del ámbito nacional, provincial o municipal-, de la seguridad social, y del sector privado, sin que exista un Ministerio de Salud a nivel Nacional que se alce como rector de las políticas esenciales del sector.
Es por ello que creemos, como equipo interdisciplinario de Salud Mental y Adicciones, que su eliminación constituye un grave retroceso institucional que acrecienta la desigualdad social, incumpliendo los deberes básicos del Estado.
En base a lo expuesto, creemos que la Salud Pública no es ni un gasto ni una inversión, sino que es un Derecho Humano fundamental y una garantía constitucional.