La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), a través de su presidente, Alfredo González, e invitada por la Unión Industrial Argentina (UIA), participó de la 112ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre los días 3 y 14 de junio, en la ciudad de Ginebra, Suiza. “La informalidad laboral y la pobreza están muy asociadas a la no creación y a la mortandad de una gran cantidad de pymes en nuestro país. Necesitamos revertir ese panorama para tener más pymes y más empleo formal. Es fundamental dar comienzo a un diálogo tripartito”, dijo González.
En un clima distendido y de armonía de la delegación argentina, González estuvo en una reunión encabezada por el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, como representante de la entidad encargada de las relaciones internacionales ante la OIT, y que contó con el secretario de Trabajo de la Nación, Julio Cordero; con el embajador Carlos Foradori, representante de la Argentina ante los organismos internacionales; y con el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, entre otros.
“Las pymes somos las primeras en contener porque generamos trabajo continuamente. Al generar una pequeña y mediana empresa tomamos personal en nuestra ciudad, en nuestros pueblos, y somos parte muy fuerte del entramado social. Las pymes somos las principales generadoras de puestos de trabajo en el país. Alrededor del 70% del empleo registrado es creado por nosotros”, amplió González.
En ese sentido, Cordero remarcó que “nosotros desde el Gobierno nacional apuntamos a lograr una mejor calidad de vida mediante el trabajo digno y así gozar realmente de los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todas las personas del mundo que quieran habitar el suelo argentino”. A su vez, el funcionario planteó la situación actual del país y dialogó con los principales referentes de los empleadores del mundo
“Dar respuestas al desafío de los requerimientos de un nuevo ecosistema laboral y de formalizar a quienes hoy no lo están. Este doble reto requiere avanzar en agendas que Argentina aún no ha resuelto. Las multas laborales, la litigiosidad, la desproporción de las indexaciones judiciales, los costos laborales no salariales que afectan a la productividad y a la competitividad son el telón de fondo de este panorama. Nuestro país tiene no sólo alta informalidad laboral sino también tributaria, con un largo estancamiento de nuestra economía y, por ende, de nuestro empleo”, resaltó Funes de Rioja.
Por último, González le manifestó a Cordero que “es un gran acierto la derogación de las leyes y artículos de leyes que son responsables de la litigiosidad laboral en nuestro país. Esto generará un gran alivio para el sector pyme, ya que, ante un reclamo por sumas exorbitantes por la aplicación de multas, podría darse el cierre de una empresa. Contratar a un empleado tiene que suponer un estímulo para una empresa y no un riesgo, como es hoy”.