Mientras el PRO intentará sanar sus pujas internas, lo que ya se da por terminado desde todos los actores es la existencia de JxC tal como se conoció hasta el momento, compuesto por el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el Peronismo Republicano de Miguel Pichetto.
El triunfo Javier Milei en el balotaje termina de confirmar el quiebre definitivo del esquema de partidos que conformaba Juntos por el Cambio (JxC) y, si bien el espacio seguirá existiendo, su composición quedó alterada de manera definitiva.
Los puntos de quiebre
En rigor, JxC se viene partiendo hace tiempo, y en ese clima de posturas bien diferenciadas se enmarcó en primera instancia en la dura interna que protagonizaron rumbo a las PASO el sector enrolado detrás del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (acompañado por la Coalición Cívica y el radicalismo) y el de la titular del PRO, Patricia Bullrich, quien finalmente terminó por imponerse.
Mientras Larreta, la UCR y la Coalición Cívica hablaba de la necesidad de consensos y de dialogar con el 70% de las fuerzas políticas -aunque excluían al kirchnerismo-, la opción de Bullrich proponía ir a fondo con las reformas que había iniciado el expresidente Mauricio Macri durante su gestión al frente de la Casa Rosada entre 2015 y 2019.
La exministra de Seguridad, siempre con el respaldo de Macri, fue quien emergió como ganadora de esa puja opositora en las internas, con un electorado opositor que privilegió la línea de los “halcones” (vinculados a Bullrich y a Macri) contra aquella que pregonaban las palomas (el jefe de Gobierno Rodríguez Larreta, los radicales Gerardo Morales y Martín Lousteau y Elisa Carrió desde la Coalición Cívica, entre otros).
El tercer punto de quiebre de la coalición opositora tuvo que ver con la decisión adoptada por Macri y Bullrich de respaldar a Milei rumbo a la segunda vuelta, a lo que se suma ahora el triunfo obtenido ayer por el libertario, que coloca a parte del PRO con un pie adentro del Gobierno de Milei, o dicho en otras palabras, parte de JxC dejarà de tener un rol opositor para sumarse al nuevo oficialismo.