Buenos Aires, 22 de marzo 2021. En el marco del Programa de Análisis y Visualización de Datos del Servicio Público de Gas por Redes denominado “Estado del Gas”, se publicó el Informe Gráfico titulado “Hogares con Pobreza Energética. Total País 2015-2019”.
Entendemos por hogares con pobreza e indigencia energética, conforme se especifica seguidamente, a todos aquellos que sufren serias dificultades para afrontar el pago de los servicios de energía, (gas por redes, energía eléctrica y GLP envasado o garrafa) tomando en cuenta sus ingresos mensuales.
Siguiendo este razonamiento, cuando un hogar destina el 10% o más de sus ingresos al pago de esos servicios se lo considera energéticamente pobre, mientras que la indigencia energética afecta a aquellos que gastan el 20% o más de sus ingresos para el mismo fin.
El informe de referencia muestra el grave crecimiento de la cantidad de hogares en esas situaciones durante el gobierno anterior, tomando como punto de partida el año 2015, cuando había en todo el país 1.335.000 hogares con pobreza energética.
A partir de 2016 se observa un incremento del 103% en relación con el año anterior, registrándose a nivel país un total de 2.710.000 hogares pobres en materia de energía, es decir que emplearon el 10% o más de sus ingresos para pagar esos servicios.
En 2017 el incremento es algo menor pero sigue aumentando la cantidad de hogares energéticamente pobres. Ya en 2018 la situación empeora de modo dramático toda vez que no sólo sigue el crecimiento sino que aparece el registro de indigencia energética.
En ese año, del total de 2.792.000 hogares con serias dificultades para pagar sus servicios, 1.395.000 cayeron en esa categorización, mientras que la otra mitad permanece en la pobreza energética.
En 2019, la cantidad de hogares pobres energéticamente vuelve a aumentar sumando 2.849.000, un 104% por ciento más que en 2018 pero los indigentes energéticos aumentan a 1.425.000, es decir 30.000 hogares más que en el año anterior.
La suma de ambas categorías totaliza 4.274.000 hogares energéticamente pobres e indigentes en todo el país, es decir que atravesaban gravísimas dificultades para el pago de los servicios de energía. De tal modo, al trazar la comparación con 2015, el incremento fue del 220%, lo que representa que desde entonces 2.939.000 hogares más entraron en esas condiciones.
El relevamiento deja claramente expuestas las consecuencias derivadas de los nuevos cuadros tarifarios dispuestos desde el 2016 (ver «Tarifas de Gas 2016-2020»), la política económica con un claro sesgo regresivo en la distribución del ingreso y los altos índices de inflación que impactaron de lleno en el poder adquisitivo de las familias. A ello se le debe sumar la caída de la actividad económica con la consecuente pérdida de empleo, y las modificaciones discrecionales y restrictivas en relación con los criterios de inclusión para el acceso a la Tarifa Social a nivel nacional, que entre 2017 y 2019 implicaron una disminución del 34% de beneficiarios, es decir, 591.828 usuarias y usuarios que se vieron privados de ese derecho (ver gráfico «Evolución Beneficiarios de Tarifa Social. Total País 2017-2020»).