El Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires (CIPBA) destacó la puesta en marcha del Gasoducto Néstor Kirchner y elaboró un informe para explicar la potencialidad de desarrollo de esa obra, calificada como una proeza técnica y logística, que podría representar un ingreso anual de mas de 20 mil millones de dólares para el país.
La construcción de este gasoducto fue llevada a cabo por la empresa estatal Integración Energética Argentina (IEASA). Durante el proceso, más de 10.000 personas han participado activamente, entre ellas, aproximadamente 3.000 ingenieros provenientes de diversas disciplinas, incluyendo ingeniería civil, mecánica, eléctrica, industrial y química. Cabe destacar que, de esos ingenieros, cerca del 33% son mujeres, un indicador alentador para la igualdad de género en el ámbito de la ingeniería.
Desde el CIPBA explicaron que la obra se divide en tres etapas. En la primera fase, recorre los 558 kilómetros desde Vaca Muerta hasta Salliqueló, en Buenos Aires. En este trayecto, se han instalado dos turbocompresores, uno en cada extremo del ducto, con una potencia de 15 mil caballos de fuerza respectivamente. Este trazado es de gran importancia para la matriz energética del país, ya que permitirá aumentar la producción y el consumo de gas natural, contribuyendo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además del impacto positivo en la energía y el ambiente, el Gasoducto Néstor Kirchner ha generado un importante impulso económico en Argentina. El proyecto tuvo un costo estimado de 10 mil millones de dólares y ha generado alrededor de 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos. También se proyecta un ahorro significativo de divisas por la sustitución de importación de GNL y combustibles líquidos, beneficiando a la industria, comercios y hogares.
La construcción de un gasoducto involucra diversas etapas técnicas, desde el replanteo y apertura de zanjas hasta el revestimiento y la puesta en servicio, incluyendo pruebas hidráulicas de estanqueidad y resistencia. Los ingenieros han desempeñado un papel vital en cada una de estas etapas, asegurando el éxito y la calidad del proyecto.
«Este proyecto representa un paso importante hacia una Argentina más energéticamente segura y sostenible. Su capacidad para impulsar la producción y consumo de gas natural, así como para generar empleo y divisas, lo convierte en una pieza clave para el desarrollo económico del país», remarcaron desde la entidad que preside Alejandro Passarini
Finalmente los ingenieros bonaerenses resaltaron que el Gasoducto Néstor Kirchner no solo es una muestra del avance tecnológico y la capacidad de la ingeniería argentina, sino también un símbolo de la importancia de la cooperación y el trabajo en equipo para alcanzar metas ambiciosas. Con proyectos como este, Argentina avanza hacia un futuro energético más prometedor y sustentable.