Desde la entidad colegial recordaron que el 27 de enero del corriente año expresaron su preocupación ante la paralización y falta de continuidad en las obras públicas en todo el ámbito nacional, pero especialmente en territorio bonaerense. A través de un comunicado, destacaron el impacto negativo que esta situación genera en la actividad económica y el desarrollo estructural del país.
“La tormenta del pasado 07 de marzo sobre la ciudad de Bahía Blanca y zonas aledañas debe recordarles a las administraciones que gestionan el Estado, tanto nacional como provincial y municipal, la imperiosa necesidad de accionar sin demora en el sentido solicitado por nuestro Colegio de Ingenieros, ya que la misma puso de manifiesto la fragilidad de la infraestructura que hace habitables nuestras ciudades y permite que la cadena productiva genere bienes consumibles y exportables que nuestra economía necesita para crecer”, indicaron desde el CIPBA
Los Ingenieros manifestaron nuevamente que esta falta de un régimen Nacional que permita la materialización de inversiones, públicas, mixtas y/o privadas en el sector debe ser solucionada a la mayor brevedad para abordar el estudio y la solución de estas problemáticas de manera integral y estructural generando entonces un proceso virtuoso de mejora continua, rompiendo el círculo vicioso en el cual nos encontramos actualmente.
Aunque el gobierno provincial ha logrado sostener algunas obras en marcha, este programa se ve afectado por la ausencia de un esquema de financiamiento lógico que permita la continuidad de estas a ritmos razonables.
En ese sentido, el presidente del CIPBA, Ing. Civil Jorge Castellano, consideró que la solución de la cuestión de la Infraestructura debe ser abordado pensando más allá del proyecto, licitación y construcción de obras de la manera tradicional, sino que debe adecuarse tanto la necesidad de atender la problemática de obras, su forma de solución como la manera en que el gobierno provincial diseña el presupuesto y cuanto del mismo va a la materialización de inversiones en el sector.
Los ingenieros remarcaron que en las últimas horas se ha presentado un informe en el Senado bonaerense comparando el gasto público en las 24 jurisdicciones del país, el cual arrojó que nuestra provincia es una de las jurisdicciones que menos destinan en porcentaje del presupuesto a gastos vinculados a obra pública y energía.
El relevamiento corresponde al ejercicio 2023 por ser este el último año completo con información pública disponible, en el mismo la provincia de Buenos Aires se encuentra en el puesto 21 de 24 en el porcentaje de inversión de capital (mejora de rutas, hospitales, escuelas y redes de agua) sobre el total de gastos, con sólo un 7%.
En el período mencionado las cinco primeras jurisdicciones de este listado gastaron en 2023 entre el 17 y el 30% de su presupuesto en inversiones de obras de infraestructura, de las mediciones parciales del primer trimestre de 2024 no se obtienen datos más alentadores para nuestra provincia ya que el porcentaje invertido llega solo a 5,10% del gasto público provincial, por lo que analizar el presupuesto bonaerense es el primer paso para la reorientación del gasto público que hará cualquier programa de obras de infraestructura sostenible a futuro, ya que da la impresión que se destina dinero a obras en función de lo que deja libre el gasto de mantenimiento de una estructura burocrática-política obsoleta e improductiva como la actual, puntualizaron desde el CIPBA y agregaron que “a pesar de lo injusto de la coparticipación de los recursos nacionales en lo relativo a aporte a la caja nacional e reintegro a las arcas provinciales nos preguntamos: ¿La gestión provincial gasta de manera razonable los recursos con los que cuenta?”
“A simple vista pareciera que no, ya que la mayoría de este se destina a gasto corriente. Entonces debemos pensar si los regímenes especiales jubilatorios son viables, si la cantidad de empleados públicos junto con su idoneidad para los lugares que ocupan es la que necesita un estado eficiente, entonces es necesario saber si el crecimiento del número de ministerios, secretarias y subsecretarías que pareciera que no aportan nada al crecimiento de la economía ni a la mejora de las condiciones de vida de nuestra población, entre otros puntos a revisar, deben ser mantenidos ó redefinidos con un nuevo criterio de eficiencia porque no se trata de discernir si los gastos son justos o no, sino que le aportan al conjunto y si pueden pagarse tanto ahora como a futuro”, advirtieron los especialistas.
Respecto de la dimensión del Estado provincial, se preguntaron si “¿el tamaño de su planta de empleados es acorde al servicio que presta en las condiciones en que debe brindarlo?, y nuevamente pareciera que no, ya que no hay servicios que deba brindar nuestro estado provincial, pensando en la seguridad, educación, salud entre otros que funcionen en el territorio como nuestra gente los necesita. Entonces ¿Son los empleados incorporados últimamente de la calidad que necesita el sector al que fueron asignados o son solo incorporaciones de militancia política reubicada tras haber quedado libre de lugares nacionales tras la derrota electoral en las presidenciales de 2023?”, cuestionaron.
Castellano también opinó que “la suspensión del financiamiento Nacional de la obra pública fue determinada en el marco de las políticas de déficit cero, que si bien son positivas en materia de orden fiscal, van dejando en claro que están afectando la capacidad productiva y el desarrollo económico de amplias zonas de la provincia y del resto del país pero que han puesto en evidencia la necesidad de hacer una reingeniería del presupuesto provincial fijando como prioridades las inversiones de capital por sobre un gasto político ya insostenible, debemos lograr invertir en infraestructura evitando el endeudamiento provincial”, además y ante la necesidad de abordar soluciones a los problemas de infraestructura, se fortalece el rol de los profesionales de la ingeniería y recordó que “los únicos que pueden trabajar en obras de infraestructura, habilitados para hacer rutas, caminos, puentes, desagües pluviales, diques y todo tipo de obras que son las que necesita la Provincia para poder prepararse y estar acorde con estos cambios que se están generando”.
El CIPBA ha manifestado en reiteradas ocasiones su disposición para colaborar con las autoridades nacionales y provinciales en la planificación y ejecución de proyectos estratégicos. Los ingenieros de la provincia ya están participando activamente en el relevamiento de establecimientos educativos y en la evaluación de daños en las zonas afectadas por las últimas inundaciones. Desde dicha entidad han manifestado que es evidente la necesidad de dar nuevos enfoques de solución que sean superadores de los tradicionales tanto en lo técnico como en lo ejecutivo ya que se deben crear planes de contingencia y directores que permitan abordar la solución de los problemas hídricos, viales, de energía y saneamiento más urgentes como su proyección a futuro, pero resaltaron sin embargo que el desafío de fondo sigue siendo la definición de un esquema claro y sostenido de financiamiento para garantizar la continuidad de las obras públicas con recursos genuinos y propios.
“Nuestra provincia está inundada, con un sistema de comunicaciones obsoleto, con menos energía de la que necesita, con faltantes de agua potable, con un sistema cloacal que no siempre depura, sino que mayormente contamina, sin establecimientos educativos, de salud y seguridad modernos con servidores públicos dedicados y eficientes como nuestro pueblo merece, pero el tema principal para la clase política dirigente es si desdoblamos las elecciones a legisladores de 2025. Creemos que esta situación actual es insostenible y debe ser abordada de inmediato con la responsabilidad profesional que permita resolverlas, aunque abordándolas con un enfoque novedoso que ponga énfasis en el cuidado ambiental, el apoyo a la cadena productiva y por sobre todo en la racionalidad del gasto, dando prioridad a destinar recursos crecientes a esta mejora en detrimento del gasto político innecesario de corte ideológico, obsoleto e improductivo. El crecimiento del sistema productivo depende de lograr construir en el mediano plazo un sistema que permita implementar una infraestructura sólida y moderna ya que, sin la reactivación de las obras del sector, será difícil lograr el crecimiento y la competitividad de los sectores estratégicos que permitan recursos crecientes para modificar el estado de cosas actual”, concluyó Castellano.
